Por el ambiente y el Buen Vivir

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En el marco de las actividades del #8M se celebró en el Honorable Senado de la Nación, la 3ª Jornada en Defensa del Ambiente y el Buen Vivir. Organizada por la Red de Defensoras del Ambiente y el Buen Vivir (Red DAyBV), la jornada culminó con un prestigioso panel compuesto por intelectuales del ecofeminismo y la posterior ceremonia de premiación del galardón Berta Cáceres.

El premio, que cumplió este año su tercera edición, es un honor otorgado al ecofeminismo en la defensa de la armonía con la naturaleza y en homenaje a la militancia y legado de Berta Cáceres, líder feminista y activista del medioambiente. En esta oportunidad, el reconocimiento se entregó a numerosas figuras del ámbito político, científico y social, entre las que destacan las investigadoras del Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas (CONICET) Maristella Svampa, Silvia Diana Matteucci, Bibiana Vilá y Ana Falú.

“Los datos científicos verdaderamente son un instrumento poderoso al momento de defender el ambiente. Escuchar la voz de los científicos es entender como la ciencia puede anticipar, prevenir, mitigar y dar alternativas a los problemas que se avecinan en términos ambientales”, declara Bibiana Vilá, investigadora principal del CONICET y experta del panel multidisciplinario de la Plataforma Intergubernamental Científico-normativa sobre Diversidad Biológica y Servicios de los Ecosistemas (IPBES, por sus siglas en inglés).

Galardonada por su dedicación al estudio y conservación del patrimonio biocultural andino, especialmente los camélidos (vicuñas y llamas) y su rol para las comunidades del altiplano, etnobiología y educación ambiental en la puna, Vilá reconoce que los problemas ambientales suelen tener, además, facetas no científicas, por lo que “es muy importante que los científicos dialoguen con otros actores sociales en lo ambiental”, explica. “Los científicos no trabajamos solos, detrás hay todo un grupo de investigación conformado por diferentes investigadores y becarios, por lo que este premio es un reconocimiento también para el grupo de trabajo, en especial lo comparto con Yanina Arzamendia, investigadora adjunta del CONICET en Jujuy”, agrega emocionada.

Maristella Svampa, quien se desempeña como investigadora superior del CONICET en el Instituto de Investigaciones en Humanidades y Ciencias Sociales (IDIHCS, CONICET – UNLP) expresó sentirse agradecida por el reconocimiento frente a la multiplicidad de mujeres luchadoras, en términos socioambientales, que han sido galardonadas. “El nuevo ethos feminista abre la posibilidad a una verdadera revolución teórica y práctica, en la cual convergen la deconstrucción de las masculinidades dominantes con el reclamo por la autonomía de los cuerpos; la capacidad de comprensión mutua y la empatía, con la reivindicación de la emoción y la sororidad; los valores de cuidado y la idea de interdependencia con la defensa de los bienes comunes y la ecodependencia”, comenta Svampa.

En tanto, la especialista y pionera en el urbanismo ecofeminista, Ana Falú, quien se desarrolla como investigadora adjunta del CONICET en el Instituto de Investigación de la Vivienda de la Facultad de Arquitectura, Urbanismo y Diseño de la Universidad Nacional de Córdoba declara: “Hay que dejar de llamar naturales a los desastres que aquejan a la vida y al ambiente en todas sus formas de territorio, son desastres ambientales. Nada hay natural en ellos”. Y agrega: “Las feministas hemos sido implacables en la defensa de la agenda del desarrollo. Implacables a la hora de defender las nuevas identidades, las nuevas subjetividades, la no violencia y esto tiene que ver con la construcción de las empatías, que se vinculan al cuidado en sus complejas y múltiples dimensiones”.

Por su parte, Silvia Diana Matteucci, investigadora independiente del CONICET en el Grupo de Ecología del Paisaje y Medio Ambiente (GEPAMA) de la Facultad de Arquitectura, Diseño y Urbanismo de la Universidad de Buenos Aires, sostiene: “Fue muy impresionante la cantidad de premiadas y el impacto social de las premiadas como participantes en actividades de defensa del medio ambiente, desde su comunidad en la mayoría de los casos, desde el poder judicial, a través del periodismo, etc. Personalmente me sentí muy feliz de haber recibido este premio por mis publicaciones y docencia en el campo de la ecología y la socioecología”.

María Angélica Kees, miembro de la Red DAyBV desde su creación en 2017, declara sobre el funcionamiento de la red: “respaldamos lo que cada uno de sus miembros y organizaciones hace en su territorio. Funcionamos como un esquema organizativo que entrama acciones y luchas territoriales”. Y agrega: “Nos proponemos fortalecer actividades de difusión, concientización, incidir en las políticas públicas, así como a diversas experiencias vinculadas a la defensa del derecho humano a un ambiente sano”. Kees resalta, además, la importancia de los encuentros anuales de la Red DAyBV para el reconocimiento mutuo de mujeres, que en la distancia, protagonizan la defensa del ambiente y la construcción del buen vivir.

También estuvieron presentes en la jornada y ceremonia de premiación María Inés Pilatti Vergara, senadora nacional por la Provincia del Chaco, María José Lubertino, diputada nacional de Mandato Cumplido e integrante de la Red DAyBV, representantes de pueblos originarios y representantes de diversas ONGs.

CONICET Noticias

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