Médicos Sin Fronteras vuelve al mar

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Médicos Sin Fronteras (MSF) regresa al Mediterráneo Central junto a Sea-Watch; esta vez a bordo del Sea-Watch 4, un nuevo barco de operaciones de salvamento.

“Se trata de una colaboración de urgencia, ya que los Estados miembros de la Unión Europea están explotando descaradamente la COVID-19 como una excusa para restringir aún más las actividades de búsqueda y rescate, mientras perpetúan los ciclos de abuso en Libia y condenan deliberadamente a las personas a ahogarse en el mar a través de políticas dirigidas a no prestarles asistencia. No podemos aceptar que ningún ser humano se ahogue y acabe hundido bajo las olas por culpa de estas políticas negligentes y nosotros vamos a hacer todo lo posible por evitarlo”, afirma Oliver Behn, Director de Operaciones de MSF.

“Ningún ser humano debería verse obligado a soportar la tortura y el grado de sufrimiento que hemos visto en los centros de detención de Libia y en el Mediterráneo central. Sin embargo, esto sigue ocurriendo y es consecuencia directa del incumplimiento penal de su deber por parte de los gobiernos europeos. Como organización médico humanitaria, en MSF reconocemos los desafíos presentados por la COVID-19. Sin embargo, vemos que las recientes medidas estatales para desalentar o bloquear las actividades que salvan vidas en el Mediterráneo, envueltas en la retórica de la salud pública, son imprudentes y están motivadas políticamente”, continúa Behn,

“Al acudir a la Guardia Costera de Libia, a pesar de su historial cuestionable, para controlar las fronteras de Europa y negar el rescate a las personas que vienen de África, los estados europeos están enviando un mensaje contundente de que esas vidas no les importan”, concluye Behn.

Durante los últimos cinco meses, Italia y Malta han denegado con demasiada frecuencia la asistencia a aquellos que corrían un peligro inminente de ahogarse en el mar. Además, han cerrado sus puertos a los barcos de las oenegés que transportan a las personas rescatadas. Se trata de una falta de coordinación deliberada y estructural que abandona y deja sin asistencia a las personas que están en apuros en el mar durante horas, días o incluso semanas. Desde MSF queremos recordar una vez más que Libia ha sido definido como un lugar rotundamente inseguro para migrantes, refugiados y solicitantes de asilo por las instituciones europeas e internacionales, incluidas las Naciones Unidas, la OIM y la Comisión Europea.

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