La nueva novela de Houellebecq

Share on facebook
Facebook
Share on google
Google+
Share on twitter
Twitter
Share on linkedin
LinkedIn
Share on whatsapp
WhatsApp

“Aniquilar” es el título que llevará probablemente en español la nueva novela de Michel Houellebecq, “Anéantir”. En ella, el autor francés habla de una sociedad europea en vías de desaparición, y a cuyo último suspiro asistimos desde hace una década con el auge de los partidos populistas y conservadores de derecha.

La trama se desarrolla durante la campaña de las elecciones presidenciales francesas de 2027. Bruno Juge, ministro de Economía, Finanzas y Presupuesto, es ayudado por su equipo en su afán de llegar a la presidencia. Paul Raison, el verdadero protagonista de la novela, apoya activamente esta iniciativa, mientras que simultáneamente intenta reavivar la adormentada relación que mantiene con su esposa Prudence, hasta que una enfermedad pone en peligro su vida. La historia tiene un poco de novela de espías y, si hay algo que nunca le falta a las obras de Houellebecq, es suspenso; “Aniquilar” no es la excepción.

Desde la presentación de su bestseller “Sumisión”, Michel Houellebecq se ha hecho famoso como un autor político provocador que a través de sus novelas analiza los acontecimientos contemporáneos. “Aniquilar” es también el retrato de una época que está desapareciendo, en la que los hombres tenían una indiscutible soberanía en la interpretaciónde la vida y la sociedad.

En la novela, un hombre blanco analiza la decisión de su cuñada blanca infértil de tener un hijo negro mediante inseminación artificial. Que le parezca imposible no es de extrañar; pero que luego fantasee que ella tal vez lo hace para humillar a su marido (su hermano), que también es blanco, es un ejemplo de la descripción que hace Houellebecq de lo que actualmente se denomina “masculinidad tóxica”: hombres que ven a las mujeres como el enemigo, al matrimonio como una prisión, a los niños como una carga y a las personas negras como inferiores.

En consecuencia, su existencia no es alegre, y Houellebecq no lo oculta. Sus personajes masculinos y blancos, en torno a los cuales giran todos sus últimos libros, son siempre infelices; no les ahorra ninguna humillación ni debilidad, no les permite ni ilusiones ni felicidad personal.

Esto es lo que le pasa al protagonista, Paul. En el mismo momento en que redescubre su amor por Prudence, le diagnostican un cáncer de lengua y deberá decidir entre extirpársela o morir. Como es lógico, prefiere perder su vida antes que su lengua. Por supuesto, no le dice a su mujer que tendría más posibilidades de sobrevivir si se operara. El trabajo de ella es cuidarlo sacrificadamente mientras él desaparece.

La infelicidad de los personajes del autor tiene su origen en la naturaleza de las personas que aparecen en sus libros. Los hombres se dejan llevar por el sexo y se sienten injustamente subyugados (aunque tengan el mayor poder financiero y político posible), las mujeres en realidad preferirían de corazón estar en casa, criando a los hijos y cuidando a los familiares enfermos. Los géneros no binarios son temas que sus libros prefieren no tocar.

DW

Comparti esta noticia:

Share on facebook
Facebook
Share on google
Google+
Share on twitter
Twitter
Share on linkedin
LinkedIn
Share on whatsapp
WhatsApp