Médicos Sin Fronteras (MSF), organización médico-humanitaria que se encuentra trabajando en Colombia desde 1985, ha sido testigo de los graves riesgos que representan las prácticas inseguras en la interrupción del embarazo para la salud de miles de mujeres colombianas.
Por esta razón, MSF celebra el fallo de la Corte Constitucional que despenaliza la interrupción del embarazo, decisión que representa un gran paso para proteger la vida y la salud de las mujeres en Colombia. MSF también hace un llamado para eliminar las barreras de carácter institucional que persisten para acceder a una interrupción voluntaria del embarazo (IVE) segura y gratuita.
De acuerdo con el informe Aborto no seguro, mujeres en riesgo (2019), el cual realizó un estudio con 428 mujeres atendidas por MSF, “el 88% de las pacientes reportaron haber enfrentado al menos un obstáculo para acceder a la interrupción del embarazo”. En nuestra misión en Colombia, MSF también ha encontrado serias limitaciones dentro del sistema de salud colombiano para garantizar el derecho al aborto, como objeción de conciencia, estigma y desconocimiento del marco legal o de los procedimientos y protocolos. Mujeres atendidas por MSF, afirman haberse visto expuestas a situaciones de maltrato, prejuicios, ruptura de la confidencialidad y desinformación.
Teniendo en cuenta que las prácticas de riesgo para la interrupción del embarazo son una de las cinco principales causas de mortalidad materna en todo el mundo y la única que se puede prevenir por completo, MSF ha apoyado la acción colectiva promovida por el Movimiento Causa Justa, la cual ha obtenido la despenalización del aborto en la Corte Constitucional hasta la semana 24. Celebramos esta decisión y hacemos un llamado para que las instituciones de salud eliminen las barreras de la IVE y aseguren la prevención de embarazos no deseados, incrementando y simplificando el acceso a servicios eficientes de planificación familiar, con énfasis en la población adolescente, en situación de pobreza, de entornos rurales y dispersos, así como a mujeres que habitan en zonas del conflicto.