En un trabajo de reciente publicación en la revista científica Cancer Gene Therapy del grupo Nature, un equipo de profesionales del Instituto Tecnológico de Chascomús (INTECH, CONICET-UNSAM) dio cuenta de la acción antitumoral de una proteína, descubierta y caracterizada en 2013 en ese espacio de investigación, frente a células cancerígenas de colon.
El hallazgo, sumado a la comprobación de su capacidad de revertir la fibrosis en varios órganos –un logro del mismo grupo de expertos y expertas–, podría sentar las bases para la potencial elaboración de un producto farmacéutico destinado a futuras terapias oncológicas.
El estudio describe el efecto de Brecept, una proteína recombinante compuesta por la fusión de TβRII-SE (la proteína reportada por primera vez en células humanas por el equipo del INTECH) y una porción de anticuerpo humano (Fc), sobre TGF-β, una molécula presente en todos los órganos, pero exacerbada en tejidos cancerígenos. “Esta molécula o factor de crecimiento está aumentada cuando hay fibrosis de los órganos o cáncer, entonces si logramos inhibirla y frenar su acción también podemos reducir la fibrosis y los tumores. En un trabajo anterior, nosotros ya habíamos evidenciado la capacidad inhibidora que tiene Brecept sobre TGF-β y demostramos que es capaz de revertir la fibrosis. Ahora nos centramos en cáncer de colon”, comenta Ricardo Dewey, investigador del CONICET en el INTECH y líder del grupo de trabajo.
El estudio, que fue parte de la tesis doctoral de la investigadora Ana Romo, tuvo una etapa in vitro, en la que se analizó qué procesos se ven afectados por la acción de Brecept. “Allí, vimos que esta proteína modifica distintas proteínas de las células involucradas en la formación de tumores. Además, revierte todos los efectos típicos del cáncer: aumenta la muerte celular programada e inhibe la multiplicación de las células cancerígenas y su migración, es decir su capacidad de diseminarse o hacer metástasis”, explica Dewey. Una vez obtenidos estos resultados, el equipo pasó a las pruebas in vivo en ratones con el sistema inmune deprimido, a los que se les implantaron células de cáncer de colon humanas modificadas genéticamente con la capacidad de producir Brecept. “Luego de la implantación, vimos que, en algunos casos, los tumores eran incapaces de desarrollarse y, en otros, lo hicieron, pero alcanzando un tamaño significativamente reducido comparado con los ratones de un grupo control que fue implantado con células de cáncer de colon sin tratar con Brecept”, comenta el experto.
Cabe destacar que la investigación se realizó en el marco de RadBio S.A.S., una startup o Empresa de Base Tecnológica (EBT) del CONICET generada en 2018, de la que Dewey es el responsable científico y Romo responsable del desarrollo tecnológico, y que tiene como meta el abordaje de enfermedades crónicas complejas y el desarrollo de fármacos biotecnológicos para tratarlas. Según los profesionales, uno de los objetivos de la EBT es completar los requerimientos regulatorios que les permitan evaluar el efecto de Brecept en estudios clínicos en humanos. El recorrido para llegar a eso es largo, y las estadísticas dan cuenta de que apenas el 2,5 por ciento de los candidatos a droga llegan a ser probados en ensayos preclínicos y 1 de cada 5 mil drogas en investigación llegan al estadio de aprobación por parte de las autoridades regulatorias como la Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA, por sus siglas en inglés) de Estados Unidos o la Agencia Europea de Medicamentos (EMA, también por sus siglas en inglés), “porque, entre otras cosas, esto implica costos muy elevados”.
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