El ejército israelí se retiró el lunes de madrugada del principal hospital de Gaza tras una operación de dos semanas en la que dijo haber matado a unos 200 milicianos y detenido a centenares más. Residentes palestinos dijeron que los soldados habían dejado a su paso cadáveres y un gran rastro de destrucción.
El ejército ha descrito la operación como una de las más exitosas en los casi seis meses de guerra y afirma que mató a decenas de milicianos de Hamás y otros grupos, incluidos miembros destacados, además de confiscar armas y conseguir información valiosa. El ejército confirmó que sus fuerzas se habían retirado el lunes.
La agencia de salud de Naciones Unidas dijo que varios pacientes habían muerto y docenas estuvieron en peligro durante el asalto, que llevó aún más destrucción a un hospital que ya no estaba operativo en su mayor parte. Los combates se prolongaron durante días, un indicio de que Hamás aún puede ofrecer resistencia incluso en una de las zonas más golpeadas de Gaza.
El contralmirante Daniel Hagari, portavoz jefe del ejército, dijo que Hamás y el grupo más pequeño Yihad Islámica habían establecido sus cuarteles generales en el norte dentro del hospital. Describió días de combates a corta distancia en diferentes edificios y culpó a Hamás de la destrucción, afirmando que algunos combatientes se habían atrincherado en unidades hospitalarias mientras otros lanzaban rondas de mortero al complejo.
Associated Press