“Fortalecer la seguridad es fortalecer la democracia: todo país que la defienda considerará el crimen organizado como una amenaza”, dijo en Bruselas a DW Carolina Leitao, subsecretaria de Prevención del Delito de Chile.
Después de dos días de reuniones entre la Unión Europea y el Consejo Latinoamericano de Seguridad Interior (CLASI), la política chilena valora muy positivamente todo acuerdo que se pueda lograr tanto en la región como con los europeos para interoperar contra el crimen organizado.
Crimen sin fronteras
“El crimen organizado no tiene fronteras, ni físicas ni en el ciberespacio; se financia y se criptofinancia en distintos países”, agrega Carolina Leitao. Su país ha venido desarrollando una estrategia nacional de seguridad que va hasta el trabajo social en los barrios.
“La falta de seguridad es la primera preocupación ciudadana y la violencia afecta transversalmente a las familias y las comunidades”, apunta, subrayando que para Chile articularse en redes internacionales para enfrentar el crimen organizado se ha vuelto una prioridad presidencial.
Chile asume en abril la presidencia rotativa del CLASI, un organismo creado -en el marco del programa de cooperación europea El PAcCTO en 2023- para que los países latinoamericanos cooperen en operaciones de inteligencia, en intercambio de información y en refuerzo de agencias de aplicación de la ley.
Uno de los grandes logros de esta cooperación es el nacimiento de AMERIPOL, un mecanismo de cooperación entre 34 cuerpos policiales de América Latina y el Caribe a imagen y semejanza de EUROPOL. Ecuador, el país que entrega la presidencia rotativa del CLASI, “dejó sentadas las bases y a Chile -que tiene que ratificar este acuerdo en su Parlamento- le va a tocar implementar los planes operativos que ya están listos”, sigue la subsecretaria chilena.
DW