La televisión, los teléfonos, Internet y, por consiguiente, las redes sociales más utilizadas, se apagaron poco después de las 12.30 horas del 28 de abril con la caída masiva del suministro eléctrico en España. Sin embargo, un medio de comunicación sí mantuvo conectadas a millones de personas durante el apagón: la radio.
Cuando se apagó la luz, se encendieron los transistores que, en muchos casos, permanecían guardados en un cajón y se pudieron escuchar en domicilios, en talleres, peluquerías, bares, en los balcones de las casas que todavía recuerdan a la pandemia, y por las calles de toda España. Muchos ciudadanos bajaron a la calle a comprar un transistor y las pilas que encendieran la radio y que, al final del día, se habían agotado en muchos establecimientos.
Gracias al director técnico de la Cadena SER, Augusto Molina, y al responsable técnico de la casa, Héctor Zafra, la emisora del Grupo Prisa emitió de manera ininterrumpida toda su programación a pesar del apagón masivo que se sufrió en la península ibérica. Onda Cero también estuvo en las calles informando del gran apagón, gracias a la destacada labor de sus servicios informativos.
En el caso de Radio Nacional de España, la voz de Sandra Urdín, que se ponía al frente de un informativo especial en la radio pública, fue la compañía y la luz para muchos ciudadanos en momentos de incertidumbre y de soledad. En medio de la oscuridad, la radio siguió informando y acompañando.
También la cadena COPE daba la última hora en ‘Mediodía COPE’, gracias a la voz de Jorge Bustos y Pilar Cisneros. Pilar García Muñiz tomaba el relevo de la programación en ‘La Tarde’ y Ángel Expósito encendía ‘La Linterna’ conectando en directo con puntos clave como la estación de Atocha de Madrid o el Aeropuerto Adolfo Suárez Madrid Barajas. Juanma Castaño cerró el día histórico día con un programa especial de ‘El Partidazo’.
Los transistores de radio se volvieron a convertir este lunes 28 de abril en el principal medio de información para la población española, debido al apagón que ha afectado a la Península durante todo el día. A las 13.30 horas, apenas una hora después de que todas las pantallas y bombillas de las casas y oficinas se fueran a negro, las radios a pilas ya se habían agotado en los bazares que seguían abiertos.
«¿Tenéis radios?», preguntaba una vecina del distrito madrileño de Chamartín en un bazar del barrio en el que había una larga fila para comprar velas y encendedores. «Sólo nos quedan radios para enchufar, de las que no valen», explicaba la dependienta apostada en la puerta del establecimiento.
Europa Press