El presidente Luiz Inácio Lula da Silva celebró el informe de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) que muestra que Brasil salió del Mapa del Hambre.
“Hoy dormiré con la conciencia tranquila del deber cumplido con mi pueblo”, dijo el mandatario en una conversación telefónica con el director general de la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO), el chino Qu Dongyu. “Hoy soy el hombre más feliz del mundo”, celebró.
Lula afirmó que el día era especialmente feliz por la reducción de la inseguridad alimentaria grave y la desnutrición a menos del 2,5% de la población brasileña.
“La lucha para acabar con el hambre en Brasil es una misión de vida que tengo, es una profesión de fe”, afirmó.
El presidente destacó el desafío que enfrentó al retomar la presidencia en 2023, cuando 33 millones de personas en el país estaban en situación de hambre. Atribuyó al trabajo del gobierno federal y a las gestiones en los estados y municipios el éxito del Plan Brasil contra el Hambre.
“Ahora necesitamos un poco más de esfuerzo para que no haya nadie más (pasando hambre)”.
Expectativa
Lula aseguró al director de la FAO que el próximo año los datos serán aún mejores. Señaló que, en este último balance, se incluyeron datos de 2022, que “fue un año muy malo”.
Asimismo, argumentó que, para acabar con el hambre y la pobreza, es necesario incluir a los pobres en los presupuestos del país, de los estados y de los municipios.
“El día en que los gobernantes hagan eso, resolveremos ese problema crónico de la humanidad”.
Volvió a defender la distribución de ingresos como solución a la crisis alimentaria. “Solo así acabaremos con la desigualdad de salario, de género, de raza y de empleo”.
Agencia Brasil