Siempre Clarice

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Clarice Lispector, una de las escritoras más importantes en lengua portuguesa del siglo XX y de las más leídas en la Argentina, tendrá a lo largo de todo el 2020, en el que se cumplen 100 años de su nacimiento, diversos homenajes que incluirán reediciones, lecturas y nuevas traducciones de sus obras.

La primera de estas publicaciones es “Felicidad clandestina” y fue lanzada, poco antes de que se instaure la cuarentena, por Ediciones Corregidor con la traducción de Marcelo Cohen.

Todavía no se sabe exactamente como se replanificará el esquema de nuevos títulos a raíz de las restricciones impuestas por el coronavirus, pero Fernanda Pampín, una de las responsables del sello, adelanta a Télam cuáles serán los textos que se sumarán en los próximos meses: “Cerca del corazón salvaje” que será traducido por Florencia Garramuño, “La pasión según G.H.”, que estará a cargo de Gonzalo Aguilar, “Agua viva” por Mario Cámara y el libro de cuentos “Lazos de familia” que será traducido por Luz Horne.

Además, los trabajos ya publicados serán relanzados por el mismo sello en un nuevo formato de la colección rediseñado por Ezequiel Cafaro que ya cuenta con una nueva edición de “Un soplo de vida”, su novela póstuma.

Lispector, representante de la literatura latinoamericana que sigue siendo leída en todo el mundo, tiene numerosos y fieles lectores en Argentina, donde fue publicada por editoriales como Corregidor, Cuenco de Plata y Adriana Hidalgo, y tiene su homenaje cada diciembre cuando se realiza “La hora de Clarice” en un evento que Pampín describe como “una reunión de lectores, una cofradía afortunadamente cada vez menos secreta” que es “casi un rito”.

Se trata de un acontecimiento que se realiza como emulación del Bloomsday, un evento que se celebra en honor a Leopold Bloom, personaje principal de la novela “Ulises” de James Joyce, todos los 16 de junio por las calles de Dublín y que en la Argentina tuvo su correlato desde 2013, en el Museo del Libro y de la Lengua, con una actividad que forma parte de un conjunto de propuestas gratuitas que retoman los ejes del universo de Lispector.

“La hora de Clarice”, que comenzó a celebrarse el 10 de diciembre de 2011 en todo el mundo para conmemorar su nacimiento (10 de diciembre de 1920) y su muerte (9 de diciembre de 1977) será, según la editora, “un mega evento”, en la medida en que la lucha contra el coronavirus permita para ese entonces retomar las actividades públicas, lo mismo que la participación en la Feria de Editores prevista originalmente para agosto y hoy en suspenso por el avance de la pandemia.

Nacida en Ucrania hace 100 años, la autora vivió desde 1922 en Brasil, adonde se trasladó su familia y forjó un vínculo intenso y profuso con la lectura y la escritura desde el que dejó una huella que se sigue expandiendo en la literatura con un lenguaje poético e innovador.

Para Pampín, Lispector es “una autora versátil, cronista, novelista y cuentista” que “expresó sus preocupaciones filosóficas y cotidianas (casi obsesiones) recurrentemente en diferentes géneros según las necesidades de su escritura, casi como un ejercicio pero su obra se resiste una y otra vez a ser clasificada. Así escribió sobre el amor, la muerte, los límites de la vida, el placer, el ser mujer, la escritura misma”.

Gonzalo Aguilar, traductor y estudioso de sus ficciones, prefiere decir que su legado es “singular antes que inclasificable” ya que su obra -salvo ´Agua viva’- “revela maestría en cada uno de los géneros que encaró” y asevera que “todavía falta investigar más a fondo las relaciones que puede tener con otras trayectorias de escritoras como la mexicana Elena Garro o la argentinas Sara Gallardo y Silvina Ocampo, no para decir que son iguales sino para ver las opciones que tomaron como escritoras en una literatura dominada por los hombres”.

De todas maneras, para el traductor de “La pasión según G.H.”, fue su primera novela -“Cerca del corazón salvaje”- la que “la hizo inclasificable para una literatura como la brasileña, tan atrapada en el naturalismo, el paisaje y la preocupación por lo nacional. Eso hizo que el estigma absurdo de extranjera la haya acompañado durante toda su vida”.

Emilia Racciatti, Télam

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