Por iniciativa del área de Vinculación Tecnológica del Centro Científico Tecnológico CONICET San Luis, se realizó una jornada virtual abierta en la que se dieron a conocer las múltiples iniciativas y grupos de Cannabis Medicinal que están trabajando actualmente en esta provincia.
En ese sentido, se reflejó el potencial científico que existe en la zona para abordar la temática, y también se repasaron aspectos jurídicos técnicos a tener en cuenta.
La apertura de la jornada estuvo a cargo del vicepresidente de Asuntos Científicos del CONICET, Mario Pecheny, y el director del Centro Científico Tecnológico CONICET San Luis, Luis Cadus. “Esta es una necesidad para una gran parte de nuestra población: el uso terapéutico del cannabis. Algo muy obvio es que si hay algo que puede aliviar el sufrimiento de las personas, no solo es la responsabilidad del Estado hacer que el acceso a eso sea universal –comenzó su alocución Pecheny-. Sin embargo, las drogas están rodeadas de prejuicios y preconceptos, y hace falta valor para salir de esa circunstancia de prejuicio y preconcepto. Desde el CONICET se está avanzando en poder estudiar qué beneficios nos puede dar el cannabis como respuesta a distintos padecimientos”.
Cadus, por su parte, subrayó que si bien la actual reglamentación de la Ley de Cannabis Medicinal aun restringe las tareas de investigación, dicha reglamentación está en proceso de cambio, “y nosotros nos estamos preparando analíticamente para que cuando esté reglamentada la ley podamos prestar servicios”, dijo en referencia a las iniciativas que se están realizando en San Luis. “Sabemos que hay urgencias en la sociedad, pero nosotros no podemos hacer otra cosa que prepararnos: estamos equipando nuestros institutos y laboratorios”.
Cadus explicó que uno de los proyectos que están impulsando se centra en el estudio de los fitocannabinoides de la planta de cannabis. “Nuestro objetivo es determinar cannabinoides para cuantificar y poder rotular un producto. Estamos desarrollando una plataforma de análisis de cannabinoides”. En tal sentido, indicó que “todas las ramas de la química necesitan técnicas adecuadas para cuantificar, y saber qué productos sirven, mejorar la producción de medicamentos y demás.
Nuestros objetivos son tratar de proveer herramientas analíticas para implementar de manera rutinaria para evitar adulteraciones, poder caracterizar la química de los productos derivados de la planta del cannabis, y sobre todo determinar la potencia requerida por regulaciones nacionales e internacionales para uso médico farmacéutico. Es un desafío muy grande que requiere de una etapa de investigación que pretendemos abordar hasta que se reglamente la ley”.