La socióloga catalana Esther Vivas, autora de “Mamá desobediente”, el ensayo que se convirtió en best seller por abordar la maternidad y la infancia desde una perspectiva feminista, considera que “el feminismo tiene una deuda con las mujeres y las infancias porque ha dejado circular cierto discurso antimaternal”.
“Mamá desobediente”, publicado en 2020 por Godot, cuestiona las construcciones sociales históricas en torno al rol de madre e insiste con su dimensión política, al tiempo que busca alejarse de los estereotipos que simplifican o escencializan la función maternal. Desde esa perspectiva, insiste en su naturaleza colectiva y resalta las contradicciones y condiciones que la maternidad enfrenta en el contexto del capitalismo.
Vivas, quien llegó a Buenos Aires para promocionar el libro y compartir una serie de charlas con autoras como Dolores Reyes y Soledad Barruti, advierte que aunque las mujeres ya no están limitadas exclusivamente al papel de madres, los temas asociados con la maternidad, como los derechos sexuales y reproductivos, el embarazo, el posparto, el parto, la lactancia, la infertilidad y la crianza, continúan relegados al ámbito doméstico. Es decir, ser madre se percibe como una responsabilidad individual, y la función materna se ejerce en silencio y en privado, a pesar de los cambios en los roles de género.
“Mamá desobediente” también podría considerarse un manifiesto: aporta un análisis histórico y político al tiempo que eleva a la maternidad como un “proyecto emancipador” en el que se priorizan los cuidados, la crianza y la infancia.
Por todo esto, Vivas logra superar una tensión histórica en los feminismos al afirmar que ser madre no debería implicar criar en soledad, quedarse en casa o renunciar a otras esferas de la vida, y ser feminista no debería implicar menospreciar o mostrar indiferencia hacia el hecho de ser madre.
Télam