No sólo la citronella, la menta y el geranio sirven para mantener alejados de la terraza a los mosquitos, avispones y avispas, sino también el tomate y el ajenjo.
De hecho, estas plantas también funcionan como repelentes naturales, ayudando a desterrar los químicos.
Así lo hizo saber Flavio Pezzoli, presidente de la Orden de Ingenieros Agrónomos y Médicos Forestales (ODAF) de la provincia de Roma, Italia, al elaborar una lista de nueve plantas con ‘”superpoderes”.
“Cada uno de ellos tiene características y necesidades de cuidados particulares -explicó Pezzoli – pero todos comparten la capacidad de repeler naturalmente los insectos sin olvidar la belleza y la variedad que pueden dar a los ambientes”.
El ajenjo es una planta herbácea perenne con un follaje fragante que mantiene alejadas a las avispas y otros insectos.
Se utiliza mucho en la cocina o para la elaboración de licores, pero su poder repelente lo convierte en una excelente opción para quienes desean crear un espacio verde “libre”.
Las plantas de tomate son una opción menos común para una terraza, más adecuadas para huertos, pero sorprendentemente efectivas; de hecho, las avispas no soportan el olor de las hojas.
También está la aspa, menos conocida pero muy eficaz para ahuyentar a las avispas gracias a su particular olor; prefiere las zonas de sombra y puede formar una bonita alfombra blanca al pie de los árboles frutales.
Así como la aurona, también conocida como artemisia de limón que, al crecer en gruesos mechones, libera un fuerte aroma a limón que mantiene alejadas a diversas especies de insectos.
Entre otras plantas conocidas se encuentra la menta, que es muy eficaz para ahuyentar a las avispas, pero también arañas, hormigas y mosquitos, además de la citronela, una excelente arma contra mosquitos y avispas.
También está la lavanda de aroma intenso, que gusta mucho a las abejas, pero menos a las avispas, cuya miel, entre otras cosas, es una de las mejores.
Además, están los pelargonios, parecidos a los geranios que producen citronelol, una molécula con propiedades repelentes y una buena arma contra avispas y mosquitos.
Por último, los geranios que florecen de marzo a septiembre son excelentes, perfectamente acordes con la temporada de avispas: si se cuidan, pueden durar años y constituyen una barrera natural eficaz contra los insectos no deseados.
ANSALATINA