A lo largo de 2023, Brasil registró un promedio de 196 casos de violencia física contra niños y adolescentes de hasta 19 años. Cerca del 80% de las agresiones a niños de hasta 14 años ocurrieron en sus propias casas. Los datos han sido divulgados este jueves (24) por la Sociedad Brasileña de Pediatría (SBP) a partir de los casos registrados en unidades del Ministerio de Salud, los cuales indican que los casos de violencia afectan a todos los grupos de edad.
Se notificaron más de 3 mil casos relacionados con bebés menores de 1 año en 2023, mientras que 8.370 estaban relacionados con niños de 5 a 9 años. Los adolescentes de 15 a 19 años fueron las principales víctimas de agresiones, con 35.851 notificaciones a lo largo del año.
Subnotificación
A pesar del impresionante número, la organización advierte de que los datos sólo representan “la punta del iceberg” y que la subnotificación es un problema importante, que impide una comprensión más precisa de la magnitud real del problema. Según la SBP, muchas agresiones contra niños y adolescentes no se denuncian, especialmente en zonas remotas o con pocos recursos.
El escenario de subregistro es bastante evidente en el Norte, donde el número de notificaciones es significativamente menor, lo que puede estar relacionado tanto con la dificultad de acceso a los servicios de salud como con la falta de mecanismos eficaces de denuncia.
La organización recuerda que, en Brasil, la notificación de cualquier caso sospechoso o confirmado de violencia contra niños y adolescentes es obligatoria, según lo establecido por el Ministerio de Salud y el Estatuto del Niño y del Adolescente (ECA). Todos esos casos deben notificarse al consejo local de tutela.
“En situaciones más graves o que impliquen delitos como violencia física, psicológica o sexual, también se debe notificar a las comisarías de policía y al Ministerio Público.”
Agencia Brasil