Extremadamente nítidas, con galaxias en espiral y elípticas en primer plano sobre un fondo interminable de estrellas, unas más brillantes y otras menos, con estelas de rayos cósmicos que irrumpen en escena como photobombers: estas son las primeras imágenes “hipnóticas”, como las definen los astrónomos, enviado a la Tierra por el telescopio espacial europeo Euclid.
Sus instrumentos, basados ;;en ciencia y tecnología italiana, están destinados a descubrir los secretos del universo oscuro, compuesto por una forma de materia y energía que juntas ocupan el 95% del cosmos y cuya naturaleza aún se desconoce por completo.
Estas primeras imágenes del telescopio de la Agencia Espacial Europea no retratan el universo oscuro, sino que son pruebas, necesarias para afinar los instrumentos.
Fueron tomadas por los espectrómetros Vis y Nisp, ambos realizados con una importante contribución de la Agencia Espacial Italiana, el Instituto Nacional de Astrofísica y el Instituto Nacional de Física Nuclear.
Aunque parezca ilimitada, la porción de cielo sobre la que se ha ejercitado el telescopio de Euclides corresponde a un área equivalente a apenas una cuarta parte de la luna llena.
Sin embargo, el nivel de detalle alcanzado por sus instrumentos, el VISible Instrument y el Near Infrared Spectrometer Photometer, es suficiente para despertar expectativas muy altas en astrónomos y astrofísicos de todo el mundo.
Ricas en detalles, las fotos prueban que todo funciona como se esperaba a bordo del telescopio espacial, que el 28 de julio alcanzó su punto de observación definitivo, a 1,5 millones de kilómetros de la Tierra, en el punto de equilibrio Lagrange 2, o L2, donde se cancelan las influencias del Sol, la Luna y la Tierra.
Es a partir de ahí que, al término de esta fase de prueba de unos dos meses, Euclid comenzará a escarbar los secretos del oscuro universo.