La Unidad Coronavirus destinará 60 millones de pesos para terminar la fase preclínica de la vacuna “ARVAC Cecilia Grierson”.
Podrá utilizarse como refuerzo de las vacunas actuales y para la inmunización primaria de personas no vacunadas.
Dirigido por la investigadora del CONICET Juliana Cassataro, el equipo de investigación del Instituto de Investigaciones Biotecnológicas (IIB, CONICET-UNSAM) está a cargo del diseño y desarrollo de “ARVAC Cecilia Grierson”, uno de los proyectos argentinos de vacunas contra el #COVID19. Su fórmula se basa en proteínas recombinantes, una tecnología que ya se aplica en las vacunas contra la Hepatitis B o el VPH.
El conocimiento previo acerca de la seguridad de este tipo de vacunas vuelve a la “ARVAC Cecilia Grierson” en una candidata posible a ser aplicada en bebés, niñas/os, adolescentes, personas embarazadas o inmunosuprimidas, como así también en la población en general. Además, las vacunas de subunidades basadas en proteínas recombinantes son más estables y menos dependientes de la cadena de frío, lo que las hace más económicas, fáciles de producir y de distribuir.
La vacuna en desarrollo “ARVAC Cecilia Grierson” es el primer proyecto seleccionado del llamado “Ensayos in vivo de vacunas argentinas COVID-19” realizado por la Agencia IDi en el marco de la Unidad Coronavirus que integra junto con el Ministerio de Ciencia, Tecnología e Innovación de la Nación.
El grupo interdisciplinario de investigadores e investigadoras obtuvo dos prototipos de vacuna que en estudios en modelos animales demostraron capacidad para inducir muy buenos niveles de anticuerpos neutralizantes del virus y respuesta inmune celular T, en línea con los requerimientos actuales para vacunas que previenen la COVID-19.